Última actualización octubre 2024
Escocia es un país que dispone de casi 12.000 km de costa, a lo que hay que añadir cerca de 800 islas, todas y cada una de ellas con características que las hacen únicas y especiales. El clima, su naturaleza y su aislamiento hacen que sus paisajes se presenten casi vírgenes. Esto consigue que impresionen y dejen en la retina de sus visitantes una imagen difícil de olvidar.
Los archipiélagos que albergan las Islas de Escocia
Las Hébridas Interiores
Se trata de un grupo de Islas situadas inmediatamente en la costa Oeste de Escocia, perfectamente definidas por sus playas de arena blanca y su vida salvaje. Muchas de ellas, como Islay, gozan de buena y merecida fama gracias a su whisky.
Las Hébridas Exteriores
Conocidas como las Islas del Oeste, se trata de un grupo de islas que forman una línea corrida de Noreste a Suroeste. Sus tres reservas naturales no dejan lugar a dudas de que su componente natural es una de las razones por las que destacan. Pero no sólo destacan por la naturaleza, sino también por la increíble historia y sobre todo por los restos prehistóricos que demuestran el especial interés de los seres humanos por habitar estas islas desde épocas muy tempranas.
Algunas de sus islas aparecen entre el “Top Ten” de las islas del mundo de diversas categorías.
-Islas Shetland. Se trata del territorio más al norte de las Islas Británicas, son un conjunto de islas que juntan en perfecta armonía su influencia escocesa y sabor escandinavo. La luz, gracias a su latitud y la influencia atemperante de la corriente del golfo, producen algunos de los paisajes más codiciados para los fotógrafos. Museos, ruinas y reservas naturales completan la enorme cantidad de posibilidades que nos ofertan este conjunto de islas.
-Islas Orkney. A medio camino entre las Shetland y tierra firme británica, son un conjunto de islas con un espectacular carácter. De tradiciones milenarias, su historia ha quedado patente entre sus numerosos restos arqueológicos de reconocimiento mundial, así como su abundante vida salvaje que encuentra en estas tierras un gratificante descanso.
-Islas de la costa Este. Si en el Oeste la vista que podemos tener del Océano Atlántico es un mar salpicado por Islas, en el este escocés ocurre lo contrario: las islas son muy escasas, pero este estío en espacios isleños, hace que estos reductos sean auténticas sorpresas.
Las Islas más importantes de Escocia
1- Isla de Skye, la “Isla de Escocia”
“La Isla de Escocia”, es sin duda la joya de la corona en Escocia, lo tiene todo y por ende, es la de mayor accesibilidad. Si queréis saber más sobre esta isla, podéis leer nuestro post sobre la Isla de Skye.
Además, también podéis visitarla en cualquiera de nuestros viajes, tour de dos dias a la isla de Skye o en la ruta de 3 días a las tierras altas y la isla de Skye.
2- Isla de Arran y sus quesos
Se trata de la mayor isla de todo el fiordo de Clyde, así como la séptima de toda Escocia. No es difícil comprender el por qué es conocida como la “Escocia en miniatura” si sabemos que todo lo que simboliza Escocia: castillos, montañas, islas, ríos, lagos, bosques, pueblos, pubs, Edad Media, gastronomía, paisajes… se concentra en una isla de 32 km de largo por 16 km de ancho. Lo que estemos buscando en nuestros viajes, probablemente lo encontremos en Arran. Para los amantes de la gastronomía y los espirituosos, existen destilerías, pero además del producto escocés por excelencia, cuentan con productos como el queso de Arran, un delicioso cheddar que se produce localmente, además de otras variedades como es el Arran Blue (Arran azul) o el Arran Camembert, todos con reconocimientos a nivel británico y mundial.
Si lo que estamos buscando es empaparnos de su historia, la isla nos ofrece un abanico que comienza hace 9.000 años con el famoso círculo de piedras de Machrie Moor, pasando por las cruentas batallas contra los vikingos, de las cuales fueron testigos castillos, como el escénico de Lochranza, para finalmente quedar en manos del clan de los McDonald.
Ahora, si lo que queremos encontrar es un reducto natural, Arran ofrece sus dos caras, podemos escoger entre el norte montañoso y el sur con playas casi vírgenes de arena blanca.
En definitiva, Arran se postula como una de las islas más aclamadas por parte de los visitantes, ya sean los mismos escoceses o provenientes de otros países.
Cómo llegar:
Hay tres rutas que nos llevan a la Isla de Arran:
- Puedes tomar el ferry desde Ardrossan a Brodick, un trayecto de 55 minutos.
- También puedes viajar desde Claonaig, en Kintyre, hasta Lochranza, en el extremo norte de Arran, un viaje de 30 minutos. El billete para esta ruta no trae hora, simplemente te presentas en el puerto de salida con tu billete y te embarcas en el próximo ferry disponible.
- Otra opción es viajar desde Troon a Brodick, este viaje solo está disponible desde el 29 de marzo hasta el 19 de octubre inclusive. El trayecto dura 1 hora y 20 minutos.
Para las tres rutas, te recomendamos reservar el viaje online. Al hacerlo, recibirás inmediatamente tu billete en el correo.
3- Isla de Lewis, Harris y sus tejidos
Situada en el extremo Noroeste de Escocia, es la isla más grande de las Hebridas. Forma parte de un archipiélago conocido como la “isla larga”, ya que forma una estrecha línea de islas con dirección Noreste a Suroeste.
Esta isla está catalogada como una de las mejores islas del mundo, tan solo por detrás de las islas paradisiacas de Tailandia y Madagascar.
Aunque realmente se trata de una única isla, la tradición siempre ha hablado de dos: la Isla de Lewis y la Isla de Harris, siendo esta última una península que se descuelga de la primera en la parte sur.
Su gran atractivo reside en la increíble historia que tiene, desde los primeros pobladores dejaron su huella en monumentos como el impresionante “Callanish Standing Stones”.
Es notable también la influencia de los vikingos, que dejaron su poso cultural en la arquitectura tradicional, costumbres o la misma lengua de raíces gaélicas, ya que aún hoy en día se trata de la zona donde más hablantes de este idioma podemos encontrar: alrededor del 50 % de su población. Gracias a su ubicación, completamente aislada, junto con su historia y lengua gaélica, esta isla ha adquirido un encanto especial.
La Harris Tweed es un tipo de tela muy característica que debe su nombre curiosamente al río que se encuentra en las Tierras Bajas, donde existe una notable fama de producción de un tipo de tela de lana, pero, sin embargo, de menor calidad a la de Lewis-Harris.
Podemos combinar las visitas a sus playas de arena blanca y aguas cristalinas, ocupadas por una amplia fauna de pájaros, focas, delfines y ballenas, con los numerosos monumentos históricos, así como su capital Stornoway, una impresionante localidad de la isla de arquitectura victoriana.
Es una de las islas mejor comunicadas con las principales ciudades escocesas e incluso con Londres.
Como consejo, si tenemos algún contacto en esta isla y su apellido es McLeod, aseguraros bien del nombre y su dirección, pues ha sido tradicionalmente territorio de este clan y la inmensa mayoría de los habitantes dispone de este apellido.
Cómo llegar:
Tienes varias opciones para conseguir un ferry a Tarbert, situado en Harris.
- Puedes ir directamente en ferry desde Uig en Skye a Harris.
- Otra opción es tomar el ferry de Ullapool a Stornoway en Lewis.
Te recomendamos reservar el viaje online. Al hacerlo, recibirás inmediatamente tu billete en el correo.
4- Isla de Iona y St Columba, La Isla Sacra
Todas las islas tienen una característica que las hace destacar por encima de otras, ya sean sus paisajes (que rebosan paz y tranquilidad), su extensa riqueza (tanto en fauna como en flora), sin olvidarnos de la historia y la arqueología, tan ligada a esta tierra.
Iona no es una excepción. En la costa Oeste de Mull nos encontramos con una isla, casi un islote, aunque puede dar lugar a equívocos, pues su tamaño no encarna su carácter.
Se trata de uno de los lugares más singulares de toda Escocia. Si sabemos que es conocida como “La cuna del cristianismo en Escocia” ya sabremos en qué sentido reside su especialidad.
El origen de su popularidad aparece cuando Escocia aún no había recibido ni siquiera su propio nombre. Desde el siglo VI, este pequeño punto en el mapa ya comenzó a ser foco de destino religioso. En un primer momento fue de entrada reservada a las personalidades de mayor importancia, hasta el punto de que hubo reyes escoceses, irlandeses e incluso vikingos que hicieron su último viaje hasta esta especie de “Tierra Santa”, que posteriormente pasó a considerarse en el gran centro de peregrinaje escocés.
Si desembarcamos en la isla en el primer cruce, nos da la bienvenida una cruz céltica. Ese tipo de símbolo, formado por la tradicional cruz y un círculo que atraviesa todas sus patas, resulta de los más conocidos de Escocia: Macleans Cross, que ha quedado como testigo del pasado religioso de la isla.
Más allá se encuentran los restos de la abadía que en su día vio pasear entre sus muros a uno de los hombres santos de Escocia, San Columbano, que convirtió este espacio en su reducto de difusión de letras y de cultura durante la denominada Época Oscura.
A pesar de su reducido tamaño, la isla se presenta como un gran atractivo para los curiosos y los amantes de la historia. Además, sus aguas claras y sus playas de arena blanca constituyen un lugar donde encontrarse con la naturaleza en estado puro.
Cómo llegar:
El acceso a la isla se realiza desde la isla de Mull con un ferry que dura apenas 4 minutos o también con una excursión de un día desde el puerto de Oban.
5- Isla de Islay, Reina de las Islas Hébridas
Seguimos en la costa oeste escocesa, pero esta vez nos dirigimos al extremo sur de las islas Hébridas, donde nos espera una de las islas más grandes.
Islay es conocida como la “Reina de las Islas Hébridas”, por la espectacularidad de sus paisajes, por su tamaño, siendo la séptima isla más grande de todo el Reino Unido, por su vida salvaje, pero sobre todo por su Whisky.
Si te preguntas qué podemos hacer en esta isla, la respuesta es: depende de lo que estés buscando. Esta isla ofrece variedad de opciones:
El whisky de Islay es uno de los más codiciados del mundo. Junto con su característico sabor ahumado, que lo hace único, su particularidad se debe, según los lugareños, al agua de tonalidad parda de la isla. Sus ocho destilerías (Ardbeg, Lagavulin, Laphroaig, Bowmore, Caol Ila, Bunnahabhain, Bruichladdich y Kilchoman) con total seguridad, nos proporcionarán una buena variedad donde escoger.
Además, actualmente se ha convertido en uno de los principales destinos para la observación de aves. Hay que añadir sus espectaculares panorámicas casi vírgenes y la gran cantidad de monumentos históricos que adornan el paisaje, haciéndolo una maravilla para los apasionados de las rutas, ya sea un paseo en bici, en coche o a pie, lo que estemos buscando.
Su whisky, su vida salvaje y su historia, harán que esta isla nos empape de su carácter, de su cultura gaélica y de sus amables y orgullosos habitantes. Difícilmente dejará a nadie indiferente.
Cómo llegar:
A esta Isla se accede en ferry desde la localidad de Kennacraig y se tarda aproximadamente 2 horas. La otra opción es acceder en avión, aunque los vuelos suelen tener un precio elevado.
Llegar a la isla se realiza en ferry desde la localidad de Kennacraig y tarda aproximadamente 2 horas.
6- Islas de Orkney, más de 7 milenios de Historia.
Si nos trasladamos hacia el noreste nos toparemos con uno de los archipiélagos más misteriosos y pragmáticos de toda Escocia. Compuesto de unas 70 islas, solo 20 de ellas están actualmente habitadas, lo que nos da una idea del carácter salvaje de la mayoría de sus islas.
La isla más grande se presenta a los visitantes como su principal, la isla “Mainland” y su capital, Kirkwall, que no solo nos ofrece sus espectaculares monumentos sino que su verdadera riqueza reside en la excelente gastronomía. Gracias al generoso mar que rodea a estas islas, el pescado y el marisco que se puede comer es de excepcional calidad.
Por otra parte, las carnes no se quedan atrás: la de ternera, pero sobre todo el cordero, alimentado por los verdes pastos que cubren la mayor parte de las islas.
Aparece también aquí la excepcional a la vez que llamativa oveja North Ronaldsay de las islas del Norte, que es alimentada con algas, dotando a su carne de un inconfundible sabor.
Con el estómago lleno nos esperan multitud de paisajes y monumentos que podemos recorrer, como el pueblo neolítico, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO de Skara Brae, los círculos de piedras de Mainland o, si nos dirigimos a las islas del sur del archipiélago, no nos podemos perder la historia militar de Scapa Flow o las rutas de senderismo con el impresionante Old Man rock stack, como monumento natural más destacado.
Realmente no tienen un único atractivo, sino que es apta para todo tipo de viajeros, desde exploradores intrépidos buscando los sitios más recónditos, fotógrafos de paisajes inolvidables o hasta submarinistas de la cultura y del folk.
Cómo llegar:
Llegar a las Islas Orkney es muy sencillo gracias a la gran disponibilidad de transporte. Puede hacerse en avión desde los aeropuertos de Glasgow, Edimburgo, Inverness y Aberdeen, o bien en ferry desde Aberdeen, Northlink Scrabster, Gill ‘s Bay o Pentland Ferries, entre otras posibilidades.
7- Las islas Shetland, las islas escocesas más vikingas
Como en el caso anterior, es difícil entender la singularidad de una sola isla sin explicar el archipiélago completo.
Su proximidad a los países nórdicos contribuye con una particular esencia nórdica, que se mezcla con la cultura céltica escocesa.
Por sus paisajes, y sabiendo que se trata de las islas más al Norte de las Islas Británicas, su latitud concede a estas islas unos parajes y una luz que la convierten en algo irresistible para los que miran desde otro lado del objetivo de una cámara. También ha servido como fuente de inspiración de artistas, que buscan luces tan espectaculares como la aurora boreal.
Su riqueza y excepcionalidad geológica y paisajística se evidencian en la creación de figuras de protección, como son reservas y parques naturales, donde en verano sus hasta 19 horas de luz nos permitirán disfrutar de paseos a lo largo de sus reservas naturales, sus playas vírgenes o los recorridos y rutas costeras de las que dispone, desde donde podremos ver la vida salvaje en su medio o a los potrillos de los ponis de raza endógena, Shetland.
Su fertilidad en paisajes y geología obligatoriamente ha de ir acompañada de una biodiversidad envidiable, ya sea de aves, convirtiéndose en uno de los destinos preferidos para observadores de éstas, o de mamíferos marinos.
A todo esto ha de añadirse su riqueza histórica, con más de seis milenios de historia, con registros arqueológicos dispersos en yacimientos por todas las islas.
Hay que destacar una época, la etapa vikinga, que dejó su sello a fuego en las costumbres y tradiciones gracias a los casi seis siglos de pertenencia al territorio vikingo.
Cómo llegar:
Para llegar a las islas las principales opciones son en barco desde Aberdeen todos los días de la semana, con llegada a Lerwick, o en avión desde Aberdeen, Inverness, Edimburgo y Glasgow.
8- Isla de Jura, la isla de los ciervos
Nos desplazamos a la Costa Oeste de Escocia para conocer la isla que conserva el nombre dado por los propios vikingos, que significa “la isla del ciervo”. La razón de este apodo no es algo casual, pues entre sus características destaca su enorme población de este tipo de animales, con una cifra que ronda los 5500 ejemplares frente a unos escasos 200 habitantes.
Pese a su proximidad a tierra firme, se trata de una de las islas más salvajes y de mayor inaccesibilidad de todas las escocesas.
Esta singularidad se cristaliza en un escenario muy apreciado tanto por los caminantes más decididos como por alpinistas, que encuentran aquí un lugar donde poner a prueba sus cualidades.
Las colinas denominadas como Jura Paps y los remolinos Whirlpools son algunas de las atracciones naturales más frecuentadas por los visitantes.
Como no puede ser de otra manera, esta isla dispone de una destilería que denomina a su whisky de igual manera que la isla. Este Whisky Single Malt singularizado por su fuerte sabor, cuenta con fama mundial, frente a sus hermanos de tierra firme más suaves.
Cómo llegar:
Para llegar a Jura, hay salidas con un viaje de apenas 30 min en ferry desde Askaig.
Tras conocer estas islas, queda claro que no hace falta ir lejos y a sitios recónditos para encontrar los mejores paisajes. Además, en el mismo fiordo de Forth tenemos dos islas que merecen ser reseñadas.
9- Isla de Inchcolm, el vigía del Forth
Está situada tan cerca de Edimburgo que en días claros podemos observarla desde la capital escocesa, ya que se encuentra a escasos 9 kilómetros. Pertenece a un grupo de no más de 20 islas que se sitúan en el interior del fiordo de Forth. De todas ellas, Inchcolm es la que destaca por su especial relevancia histórica que la ha llevado a recibir el apodo de la doncella del Forth.
Se trata de la isla más extraordinaria de las que nos podemos encontrar en el fiordo. Además, los roquedos que rodean a las islas son el hogar de pequeños frailecillos y focas grises.
Pero si tenemos que señalar algo por lo que destaca, esta es su abadía, que da nombre a la misma isla, pues significa la “Isla de Columba”, que se constituye como el complejo monástico mejor preservado de toda Escocia.
La isla en sí es un espejo del pasado bélico del fiordo: desde las guerras contra Inglaterra durante la Edad Media hasta las dos guerras mundiales, que han dejado su huella en las construcciones que rodean la isla (fortificaciones, casamatas, bunkers, ruinas…).
Destacan espectaculares vistas, como la que tenemos sobre el puente de Forth, sobre el fiordo del mismo nombre, o incluso del propio Edimburgo.
Cómo llegar:
Para acceder a la Isla de Inchcolm disponemos de un Ferry desde South Queensferry, que en su ruta normal en forma de 8 recorre ambos lados del puente de Forth. Sale tres veces por día, lo que nos permitirá hacer un recorrido por la isla de al menos 90 minutos, pudiendo volver en el último ferry del día.
10- Bass Rock el bastión de los cormoranes
Sin salir del fiordo, pero en el límite con el mar del Norte, existe una “diminuta” isla que se alza frente a las costas escocesas con sus más de 100 metros de altura, este impresionante peñón es fruto de una gran actividad volcánica que también dio origen a varias de las colinas que rodean la capital escocesa.
Esta singular isla alberga la mayor colonia de cormoranes del mundo. Como consecuencia del reducido tamaño del peñón, éste muestra un brillante color blanco desde la lejanía, fruto de las defecaciones de las aves.
Los actuales inquilinos no hacen más que colonizar el espacio que un día fue ocupado primero por un monasterio retirado del mundo y dedicado a la meditación, que posteriormente fue sustituido por sucesivas fortalezas utilizadas en varias guerras.
Contemplar uno de los espectáculos de la naturaleza más llamativos es fácil gracias a los cruceros que se ofrecen desde la localidad de North Berwick. Existen varios tipos de servicios, la mayoría de estos se ofrecen desde el Centro de Interpretación de aves marinas de Escocia (Scottish Seabirds Centre).
Cómo llegar:
Llegar a North Berwick desde Edimburgo es muy fácil ya sea por carretera o en tren, desde la estación de Waverley.
Resulta indiscutible que Escocia dispone de un amplio abanico de islas que motean el paisaje de su costa. Como resultado tenemos una amplísima variedad de escenarios, donde la geografía, el clima, la historia y la vida salvaje juegan un papel fundamental en la creación de algunas de las mejores estampas de todo el país, pero dentro de los límites geográficos reducidos que constituyen las propias islas.
La realidad de las Islas de Escocia es que tienen una belleza tan única que todas merecen estar en la lista anterior, por eso te dejamos otras islas que también merecen ser vistas:
-Colonsay La Joya de las Hébridas
-Isla de Raasay, apodada la de los ciervos rojos por los vikingos
-Isla de Benbecula, conocida como el escalón entre el Sur y el Norte de Uist.
-Isla de Staffa, La isla que recordó a las casas de los vikingos.
-Isla de Barra, de playas blancas e impolutas, la isla habitada más al oeste de todas las británicas.
-Isla de Mousa
-Isla de May, refugio de focas
En conclusión, conocer Escocia y sus encantos al completo supone también conocer sus islas.
Comentan sobre esto...