Viajar en familia se puede convertir en un verdadero dilema, cómo y dónde, a lo que hay que añadir, una vez elegido el destino, que hacer que realmente entretenga y llene a todos los miembros de la familia en su conjunto.
Ya hemos visto como venir a Edimburgo con niños no es un problema y las posibilidades que se encuentran dentro de la ciudad son casi infinitas. El dilema comienza a surgir cuando nos planteamos sobre que visitar fuera de esta ciudad. Desde luego, si viajamos con niños y lo que queremos es que estos se lleven un buen recuerdo durante nuestras vacaciones, en nuestra lista no puede faltar hacer una ruta hacia el sur con destino Etal.
Etal
Con dirección Sur en nuestra brújula, cruzaremos la frontera anglo-escocesa y tras unos pocos kilómetros, al otro lado de esta, nos encontramos con este magnífico pueblito.
Etal, enclavado en medio de la campiña inglesa, rodeado de verdes praderas, donde rebaños de ovejas pastan en la tranquilidad, alguna vez interrumpida por los juguetones corderos. El pueblo en total está formado por una única calle y poco más de una docena de casas, pero este poco dimensionado pueblo está lleno de sorpresas.
El origen de este pueblo es el castillo que se encuentra al fondo y actualmente es una tranquila villa ganadera, con casas con techumbre de paja.
Qué ver qué hacer
El pub Black Bull
Lo primero que podemos hacer nada más llegar es reponer fuerzas en el Black Bull, un pub de fachada blanca y techumbre de paja, catalogado como el único pub con techumbre de paja en todo Northumberland. Un ambiente familiar donde descansar y reponer fuerzas con los platos típicos que nos ofrecen o bien tomarse un refrigerio en el beergarden.
El dato más anecdótico es que puede verse una colección de hasta 200 brujas con sus escobas traídas de todo el mundo por sus clientes.
El salon del té la lavanda
Justo enfrente del anterior tenemos una pequeña teteria que si tenemos suerte esta abierta, para tomarse un típico té de la tarde, acompañado de deliciosos pasteles y postres caseros.
El castillo de Etal
Si nos dirigimos al fondo de la calle principal, la única calle, nos encontramos con el castillo que da nombre al pueblo. Construido como sede de uno de los señorios que protegía la frontera entre los escoceses del norte y el reino inglés al que pertenecía. Las ruinas del vetusto castillo góico son un fiel reflejo de la historia bélica del lugar, no muy lejos de este tuvo lugar una de las más cruentas batallas medievales entre Inglaterra y Escocia, la batalla de Flodden.
Actualmente, las ruinas dotan de un caracter romántico a la rivera del rio. Además, alberga el centro de interpretación de la batalla de Flodden. Armas, maquetas y objetos forman la muestra.
Ferrocarril de Heatherslaw
No muy lejos del castillo, a unos 50 metros encontramos una estación de ferrocarril, que seguramente nos llamará poderosamente la atención por sus características algo especiales. La primera pregunta seguramente será ¿Cómo un pueblo tan pequeño puede tener una estación de ferrocarril?
El Heatherslaw Light Railway es un tren a vapor que recorre el espacio entre este pequeño pueblo y un molino que se encuentra a unos 5 kilómetros siguiendo las orillas del rio Till. Rio salmonero tributario del también salmonero Tweed.
La idea surge de un antiguo ingeniero constructor de locomotoras que quería promocionar turísticamente Etal. De las dos locomotoras, la más romántica es una a vapor apodada como “The lady Augusta”.
De todas las caracteristicas la que más impacta es el tamaño de sus vías, pues estas tienen un ancho de 15” o lo que es lo mismo unos 38 cm, tal son las vías así el tren y su locomotora, que no se sabe cómo clasificarlo, a medio camino entre un juguete gigante o un tren en miniatura.
Horarios y precios
-Diariamente desde Abril hasta Octubre.
Desde Etal
-11am a 3pm (4:00 Julio y Agosto)
Desde Heatherslaw
-11:30 am a 3:30 (4:30 Julio y Agosto)
Precio
-Adulto £7.00
-Niño £4.50
-Niño menos de 5 años £3.00
Vistas
– La calle principal circundada de casas de la campiña inglesa es una de las mejores vistas.
– Orillas del rio Till, disponde de un pequeño paseo junto a las aguas claras del rio. Como premio podemos ver las vias del ferrocarril.
– Las ovejas negras, junto a la carretera de acceso podemos ver alguno de los escasos rebaños de ovejas de las Hebridas completamente negras y con cuatro cuernos.
– Tampoco es raro ver en los pastos de los alrededores a las vacas belted Galloway conocidas como las vacas “oreo” por su banda blanca en el medio que hace que se asimilen a la famosa galleta.
En conclusión, se trata de una visita muy recomendable que nos hará trasladarnos a la época en que dos grandes reinos lucharon por imponer su autoriad en estas tierras, o bien a cuando aquellas grandes locomotoras que impulsaron la gran maquinaria industrial y la economía de este país.
Sin duda una buena opción si nuestras vacaciones son en familia o simplemente queremos conocer una de las curiosidades del Norte de Inglaterra.
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