Última actualización octubre 2024
Estamos seguros de que en tu paso por la capital escocesa dejarás un hueco para conocer la atracción turística más visitada del país. Por esa razón, aquí tienes este espacio para que estés al tanto de cada detalle de esta impresionante fortificación.
Localización
Lo primero que te va a llamar la atención es el lugar que han escogido para construir el castillo. La elección no pudo ser más acertada. Se trata de una colina volcánica llamada Castle Rock a la que sólo se puede acceder a través de la explanada, una enorme plaza pavimentada que se encuentra entre la Royal Mile y el castillo. La defensa era bastante fácil porque los abruptos riscos que rodean la colina frenaban a cualquier enemigo. Para mayor dificultad, llegó a existir un lago al norte (llamado Nor Loch), pero fue desecado a principios del XIX para acoger los hermosos jardines de Princes Street.
Historia
Si quieres saberlo todo sobre la historia de este castillo acompáñanos por sus distintas etapas.
Desde la prehistoria a la romanización
Según algunas excavaciones realizadas en la década de 1990, Castle Rock pudo estar habitada desde etapas muy tempranas. Algunos restos hallados en esta colina son de la Edad del Bronce (siglo IX a. C.) y de distintas fases de la Edad del Hierro (siglo VI a. C. en adelante). De hecho, se llegaría a aventurar que podía ser el lugar de Escocia que ha permanecido ocupado desde más antiguo, pero no se ha podido asegurar.
Se sabe que los habitantes de esta colina comerciaron con los invasores romanos. Esto se debe a broches y cerámicas romanos que se han encontrado allí. Hay que recordar que los Romanos conquistaron y ocuparon la isla de Gran Bretaña entre los siglos I y II d. C. El encargado de la conquista sería el general Cneo Julio Agrícola y lo conseguiría parcialmente en tan solo siete años. Decimos parcialmente porque el sometimiento de Escocia (a la que llamaban Caledonia) fracasaría y se retirarían tras el Muro de Adriano. Parece que, al igual que aquellos famosos galos, aquí también encontraron poblados habitados por irreductibles escoceses.
¿Y qué se pudieron encontrar los romanos cuando llegaron? Según algunos expertos, se cree que en Castle Rock pudo haber existido un broch. Se trata de una torre circular construida con piedra maciza, muy similar a las que hoy se pueden visitar en la isla de Lewis o en Mousa. Así que, cuando los romanos se acercaron a esta colina por primera vez, es probable que lo primero que hayan visto fuese la torre y las viviendas de los Votadini, el pueblo celta que habitaba esas tierras.
Alta Edad Media
Las únicas referencias a Castle Rock tras la caída del Imperio Romano proceden de antiguas obras literarias. La primera es de un poema galés que habla de Din Eidyn, “la fortaleza de Eidyn”. Los expertos sugieren que esa fortaleza había sido erigida en Castle Rock. La siguiente mención es de los anales irlandeses. En su narración Eidyn fue sitiada por los anglos, un pueblo germánico que conquistaría todo el territorio de Edimburgo. Se trataría del reino anglo de Northumbria, al menos hasta que Inglaterra lo absorbió en el siglo X.
La primera noticia de un castillo en Edimburgo es el relato de John de Fordun sobre la muerte en 1093 del rey Malcolm III. Lo malo es que lo escribió en el siglo XIV y menciona a la reina enviudada Santa Margarita como residente en el dudoso “Castillo de las Doncellas”. Otros relatos contemporáneos tampoco dejan claro que allí hubiese un castillo. En cualquier caso, Edimburgo sí era un lugar de residencia para la realeza por aquel entonces.
Ya en el siglo XII, el rey David (hijo menor de Malcolm III) celebró la primera asamblea de nobles y eclesiásticos en el castillo. Por la falta de restos, se cree que buena parte de los edificios y defensas eran de madera. Sólo habrían existido dos de piedra, la Capilla de Santa Margarita y una iglesia dedicada a Santa María. La capilla es el edificio más antiguo de Edimburgo y puedes visitarlo en la cima de la roca. En cambio, la iglesia desapareció y se supone que estaba donde hoy puedes ver el Monumento Nacional a la Guerra de Escocia.
A finales de siglo, el rey William fue secuestrado por los ingleses, que ocuparon el castillo durante doce largos años. Para recuperarlo sería obligado a casarse con una novia inglesa.
Baja Edad Media
El siguiente siglo también vendría marcado por una desgracia. En 1286, el rey Alejandro III falleció sin descendencia y el trono escocés quedó vacante. El rey Eduardo I de Inglaterra vio la oportunidad de tomarlo y así lo hizo durante un periodo breve de tiempo. Diez años después decidió que podía invadir y someter todo el territorio, desencadenando la Primera Guerra de Independencia escocesa. El castillo cayó enseguida y lo fortificó con la ayuda de los maestros constructores galeses.
Cuando el rey inglés falleció en 1307, el control de Inglaterra sobre las tierras ocupadas de Escocia se fue debilitando. La noche del 14 de marzo de 1314, el conde Thomas Randolph recuperó el castillo. Según parece, treinta hombres guiados por un miembro de la guarnición escalaron el muro por la cara norte de Castle Rock. Lograron colarse, sorprender a los guardias y destruir sus defensas. Cuatro meses más tarde, vencerían a los ingleses en la batalla de Bannockburn.
Tras la muerte del famoso rey escocés Robert the Bruce, Inglaterra vio de nuevo la oportunidad de invadir sus tierras. La historia parecía condenada a repetirse. El castillo de Edimburgo era ocupado por las fuerzas inglesas en 1335 y volvía a fortificarse. Esta vez sería el señor de Liddesdale, William Douglas, el encargado de recuperarlo. La estratagema sería diferente y puede recordar a la del mítico caballo de Troya. Los asaltantes se disfrazaron de comerciantes que llevaban provisiones a la guarnición. Detuvieron el carro en la entrada para bloquear el cierre de las puertas y una tropa oculta se apresuró para entrar. El ataque se saldó con la victoria escocesa y el castillo fue recuperado.
Cuando terminaron las Guerras de Independencia, el rey David II reconstruiría el castillo y lo convertiría en la sede de su gobierno. Fue en su etapa cuando se comenzó a construir la desaparecida Torre de David. Estaba situada donde hoy se encuentra la Batería de la Media Luna.
Edad Moderna
Aquí conocerás una de las etapas más conflictivas para el castillo de Edimburgo, cuatro siglos de guerras civiles y enfrentamientos entre las coronas de Escocia e Inglaterra con nombres propios como el de María Estuardo u Oliver Cromwell.
El siglo XV
El siglo XV comenzaría con un nuevo intento inglés de asediar el castillo de Edimburgo. Por fortuna, la falta de suministros impidió su éxito y tuvieron que retirarse. En 1437, los muros del castillo serían testigos de sucesos escalofriantes. Por aquel entonces, el guardián de la fortaleza era Sir William Crichton, un hombre que deseaba desde hacía un tiempo la regencia del reino escocés. Para ello debía debilitar a la principal familia noble del reino, los Douglas. Su plan era invitar al conde de Douglas y a su hermano menor al castillo para cenar. Aceptaron la invitación y murieron asesinados tras la denominada “Cena Negra” en la Torre de David. Los partidarios del conde asediaron como represalia el castillo, pero no lograron vengarse.
Durante estos años se construiría el área conocida hoy como la Plaza de la Corona y los apartamentos reales. También se mejoraría el acceso al castillo con el camino actual al noreste de la roca. Más que nada porque los tiempos habían cambiado y el nuevo armamento de artillería requería de espacio para maniobrar. De hecho, el castillo fue utilizado cada vez más como una fábrica de arsenal y armamentos. Edimburgo se convertiría en el principal lugar de fundición de Escocia. Por desgracia, muy pocas armas de fuego de esta época han llegado hasta nuestros días.
Por otro lado, es importante destacar que la familia real empezaría a frecuentar la Abadía de Holyrood, hasta que el rey Jacobo IV ordenó construir el palacio. El papel del castillo como casa real declinaría en esta época. Sin embargo, también se construiría el Gran Salón, que se terminó a principios del siglo XVI.
El siglo XVI
Para dar una trágica bienvenida al nuevo siglo, Jacobo IV moriría en una nueva batalla entre escoceses e ingleses. Esperando que estos últimos fuesen a invadir Escocia, aumentaron las defensas del castillo y construyeron una muralla alrededor de Edimburgo. En 1517, el rey Jacobo V heredaría la corona hasta su muerte, veinticinco años después. Su hija sería conocida como María Estuardo y sería reina con una semana de vida. Enrique VIII de Inglaterra trataría de forzar un matrimonio dinástico para anexionarse el territorio escocés. Para ello intentarían secuestrarla en numerosas ocasiones, hasta que Enrique II de Francia le ofreció protección. Durante estos años el castillo de Edimburgo saldría ileso de los ataques ingleses.
¡Alerta de spoiler! para todos los seguidores de Reign, la serie de Netflix, no nos hacemos responsables si siguen leyendo. Eso sí, para el que le dé igual destripar la historia, puede terminar la faena con este artículo dedicado a María Estuardo.
En 1560 fallece la regente María de Guisa, viuda de Jacobo V. Un año después vuelve de Francia María Estuardo para comenzar su reinado, que se vería empañado por las crisis de la poderosa nobleza protestante escocesa. El castillo de Edimburgo sería el lugar donde daría a luz al futuro rey Jacobo VI. Sus matrimonios poco apropiados y las revueltas nobiliarias, la llevarían al confinamiento y al exilio. El capitán de Edimburgo cedería el castillo al regente Moray. Éste tomaría el poder en nombre del niño y forzaría la abdicación de María Estuardo.
Lo que siguió a estos sucesos fue una encarnizada pugna entre los partidarios de María y los de su hijo Jacobo VI. El enfrentamiento involucraría al Castillo de Edimburgo, que sería defendido por un partidario a la causa de María, William Kirkcaldy de Grange. El asedio (conocido como Lang Siege) duraría dos años, hasta que la ciudad, con el castillo incluido, fue entregada a los partidarios del rey. Pero Grange no quiso dejarlo y comenzó a bombardear la ciudad. Casi sin comida ni agua, soportaría el ataque de la artillería inglesa. Durante doce días de mayo de 1573, lanzarían 3000 proyectiles contra el castillo. Los daños ocasionados serían muy graves y la rendición no se haría esperar. Grange y su hermano serían castigados con la horca.
El siglo XVII
Este siglo estaría marcado por las reparaciones del castillo. Se reconstruiría el espolón, la nueva Batería de la Media Luna y la Portcullis Gate. Tampoco se olvidarían de darle un aspecto más palaciego al castillo, pese a que el rey Carlos I siguiese prefiriendo dormir en el palacio de Holyroodhouse. Este siglo también sería especialmente conflictivo. Tendría lugar la guerra civil entre los partidarios del Rey y los convenanters presbiterianos. Estos, liderados por Alexander Leslie, capturarían el castillo de Edimburgo en dos ocasiones. Fue en este momento cuando el espolón quedó gravemente dañado y fue demolido. Por si esto fuese insuficiente, Oliver Cromwell también invadiría Escocia en 1650, derrotando a los convenanters y tomando el castillo de Edimburgo.
Desde 1660 hasta 1923, el castillo tendría una guarnición, pero seguiría viendo acciones militares y políticas. Muchos nobles serían encarcelados aquí por su traición a la Corona o por disputas religiosas. El final del siglo XVII volvería a dejar un nuevo intento de asedio. Esta vez por la terquedad del gobernador del castillo, el duque de Gorgon, quien no reconoció a Guillermo de Orange como rey de Escocia.
El siglo XVIII
Igual de tenso comenzaría el siglo XVIII con el primer levantamiento jacobita. El castillo de Edimburgo sería el objetivo de un centenar de jacobitas, pero no lograrían hacerse con él. En torno a las décadas del veinte y el treinta se realizaría un reforzamiento importante de sus defensas. A esta época debemos la mayoría de la artillería y los bastiones de los lados norte y oeste del castillo. Estas mejoras les valdrían para soportar la última acción militar que verían sus muros, el segundo levantamiento jacobita de 1745.
Durante el final de este siglo y el comienzo del siguiente, la función de este castillo sería carcelaria. Sus bóvedas mantendrían a muchos prisioneros de guerra de todos los conflictos que enfrentó Inglaterra, como la Guerra de los Siete años, la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos o las Guerras Napoleónicas. Sería este momento el elegido para construir diversos edificios militares, como los cuarteles, los alijos de pólvora y la Casa del Gobernador.
Historia contemporánea
Desde el siglo XIX el castillo perdió su función como prisión para ser considerado un monumento nacional. Sir Walter Scott recuperaría los Honores de la Corona, que se creían perdidos, y el cañón Mons Meg sería devuelto por la corona inglesa. En 1830, el castillo ya estaba abierto para los visitantes. Desde la mitad de este siglo se planificaron numerosas reformas, pero sólo unas pocas se llevaron a cabo.
A principios del siglo XX, el castillo fue utilizado otra vez como eventual prisión durante la Primera y Segunda Guerra Mundial. A partir de 1991, pasó al cuidado de la Historic Scotland y fue designado Scheduled Ancient Monument en 1993. Los edificios y estructuras tienen la más alta protección patrimonial del Reino Unido. Las ciudades antigua y nueva de Edimburgo son además Patrimonio de la Humanidad, inscritas por la UNESCO en 1995, y se describen como “dominadas por una fortaleza medieval”.
Edificios y espacios de interés
Como ya has podido saber, además del castillo, la fortaleza contiene detrás de sus murallas una gran cantidad de edificios y espacios que vale la pena descubrir.
La explanada
Es el primer lugar que pisarás antes de entrar en el castillo. Como ya hemos dicho, es una amplia plaza pavimentada y de plano inclinado que conecta la Royal Mile con la fortaleza. Se estima que en el lugar que hoy ocupa se quemaron a doscientas personas acusadas de brujería entre 1563 y 1722. Cada año se celebra aquí el desfile militar conocido como Military Tatoo. Es además un lugar maravilloso para que puedas contemplar las vistas de la ciudad y una de las baterías del castillo más famosas, la Batería de la Media Luna.
La puerta de entrada
Seguro que te sorprenderá la magnífica entrada al recinto. Está flanqueada por las estatuas de Robert the Bruce y de William Wallace y conduce hasta la Portcullis Gate, una puerta del siglo XVI que se empezó a construir tras el famoso Lang Siege. Por encima de esta puerta está la torre de Argyle (Argyle Tower). Fue llamada así porque en ella estuvo prisionero el conde de Argyle antes de ser ejecutado. Un poco más adelante, siguiendo las almenas, podrás ver las baterías de cañones de Argyle y Mills Mount. Desde aquí podrás disfrutar de una panorámica de la New Town que no te puedes perder. ¡Ah!, en el propio Mills Mount está el famoso One O’Clock Gun, el cañón que dispara la señal horaria a las 13:00 horas.
Al norte y al oeste de la torre de Argyle están los edificios militares construidos en el siglo XVIII. Entre ellos habría que destacar la Casa del Gobernador y los alojamientos de los militares, hoy reconvertidos en museos.
La capilla de Santa Margarita
En la parte más alta de la colina está la capilla dedicada a esta princesa inglesa, que se casó con el rey escocés Malcolm III allá por el 1070. Tiene el honor de ser el edificio más antiguo de Edimburgo. Se trata de una capilla de estilo románico; probablemente pudo ser construida en el siglo XII por David I. Con la Reforma protestante caería en desuso. Sobreviviría a numerosos asedios, sería almacén de pólvora y finalmente se reformaría a mediados del siglo XIX.
El Mons Meg y los cañones del castillo
El Mons Meg es uno de los cañones de asedio mejor conservados del siglo XV. Se trata de una bombarda de hierro que fue encargada por el duque de Borgoña, Felipe el Bueno, a Juan Cambier (un mercader de artillería) por 1536 libras y 2 sueldos. El cañón tenía, cuando se construyó, una longitud de quince pies y un peso de más de quince mil libras. Sería utilizado en varios enfrentamientos hasta que en 1682 explotó accidentalmente. Lo que hoy vemos se guardó en la Torre de Londres hasta 1829, momento en el que Walter Scott mediaría para conseguir su vuelta a Escocia.
Pero además de esta antigua bombarda, el Castillo de Edimburgo posee una impresionante colección de armamento pesado. Sin ir más lejos, el One O’Clock Gun era en su origen un cañón de 18 libras que necesitaba cuatro hombres para ser cargado. Con el paso de los años sería cambiado por uno de 32 y otro de 25 libras. Hoy en día es un arma ligera y moderna puesta en servicio en 2001.
La idea de este cañón que indica la hora fue de John Hewitt, un hombre de negocios de Edimburgo que había visto uno similar en 1846 en la ciudad de París. Su idea prosperó cuando se colocó una bola de reloj en lo alto del Monumento a Nelson para servir de señal visual a los barcos que navegaban por el estuario del Forth. La propuesta de Hewitt de complementar esta señal visual con una auditiva se aceptó y en junio de 1861 se efectuó el primer disparo desde el Castillo de Edimburgo. Desde entonces se ha seguido disparando a las 13:00 horas de forma ininterrumpida, excepto los domingos, el Viernes Santo y el día de Navidad.
Plaza de la Corona
La mayoría de los edificios de la cima se dispone en torno a la Crown Square. Fue construida en el siglo XV como patio principal del castillo durante el reinado de Jacobo III. Al norte de la plaza están los monumentos National War Memorial y Scottish National Memorial. Al oeste están los Queen Anne Building, mientras que al este está el Royal Palace. Al sur, en cambio, está el Great Hall, construido en el siglo XV para Jacobo IV como sala de ceremonias. Fue usado incluso como Parlamento escocés hasta 1639. Oliver Cromwell lo utilizaría como barracón para sus soldados. Tras esa función militar el deterioro obligó a reformarlo en el siglo XIX. Por cierto, el tejado de vigas de madera es el original del siglo XVI.
Sótanos del castillo
Se encuentran justo debajo de la Great Hall, pero se accede a través de la Crown Square. A lo largo del tiempo los sótanos desempeñarían diferentes funciones: cárcel, almacén, panadería… Hoy puede verse una exposición que recrea cómo eran las prisiones del siglo XVIII y principios del XIX, la Prisons of War Exhibition. Dentro admirarás numerosos objetos de los prisioneros franceses y americanos, incluyendo varios portones con grabados realizados por ellos mismos. Como habíamos comentado antes, fueron muchas las guerras en las que se vio implicada la corona inglesa, llegando a encarcelar a más de mil prisioneros en este lugar.
Palacio Real
El Royal Palace se empezó a construir a mediados del siglo XV durante el reinado de Jacobo IV y estaba comunicado con la torre de David. El edificio sufriría varias reformas, siendo la más importante la de 1617, momento en el que se construyeron las residencias reales. En su interior está el Laich Hall, erigido en 1671 para servir de salón para recepciones y comedor para Jacobo VI. Hoy en día aún es utilizado para actos institucionales. Por si no tuviera suficiente significación histórica, muy cerca está el aposento en el que María Estuardo dio a luz al futuro rey Jacobo VI, quien uniría las dos Coronas de Escocia e Inglaterra en 1603.
En el primer piso también podrás visitar las salas construidas en el siglo XVII para proteger y albergar los Honours of Scotland, las Joyas de la Corona escocesa. De gran importancia porque son las más antiguas de Europa. Están protegidas en una cámara acorazada y su historia es bastante interesante. Habían permanecido en el olvido hasta que Walter Scott las sacó a la luz en 1818. Se le otorgaría un permiso para que pudiese acceder a las cámaras reales para poder encontrar dichas joyas, pues estaban ocultas y bajo llave. Otro de los grandes símbolos de la monarquía escocesa es la Piedra del Destino. Era utilizada en las ceremonias de coronación de los reyes escoceses. Después de un largo tiempo en la abadía de Westminster de Londres, fue devuelta a Escocia en 1996.
National War Museum of Scotland
El museo nacional de la guerra de Escocia, es un museo dedicado a los amantes de la historia militar, aunque también puede acoger a cualquier curioso interesado por la historia en general. Se encuentra en el extremo oeste del castillo, en lo que había sido un antiguo hospital. Forma parte de los Museos Nacionales de Escocia y abarca cuatrocientos años de la historia militar del país. Desde el siglo XVII hasta prácticamente nuestros días. Las exposiciones contienen todo tipo de objetos vinculados a la guerra, desde uniformes hasta armas, pasando por pinturas, retratos de militares, etc. De vez en cuando también hacen exposiciones temporales que merece la pena visitar.
Más información de interés
Queremos resumirte un poco aquellos aspectos que debes considerar antes de visitar el castillo de Edimburgo.
Dependiendo del mes que elijas, hay distintos horarios.
Entre abril y septiembre abre de 9:30 a 18:00 horas. En cambio, entre octubre y marzo, lo hace de 9:30 a 17:00 horas. El 24 de diciembre hace un cambio de horario y abre de 9:30 a 16:00. Está cerrado los días 25 y 26 de diciembre y el día 1 de enero tiene un horario especial, de 11:00 a 17:00 horas.
La entrada para adultos (16-64 años) cuesta entre 15.50 y 19.50 libras, dependiendo de la época en la que se visite el castillo (revisado el 9 de septiembre de 2024) y te permite el acceso a todos los museos y exposiciones del castillo. Ten en cuenta, además, que el Castillo de Edimburgo es una de las atracciones incluidas dentro del Explorer Pass, la tarjeta turística que te permitirá ahorrar unas cuantas libras si pretendes visitar varios monumentos y edificios históricos en toda Escocia.
Esperamos que esta Guía del Castillo de Edimburgo te haya resultado muy útil a la hora de planificar tu visita a la capital escocesa. Si tienes alguna duda o quieres contratar la visita guiada al Castillo de Edimburgo, estaremos encantados de atenderte.
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