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puente norte de edimburgo

Puentes de Escocia

09 March 2014 Tiempo de lectura 16 min 1 comentarios

En una tierra donde los valles son profundos, los lagos, ríos y puentes son una constante en el paisaje. Resulta imprescindible la vertebración del territorio mediante el uso de estructuras artificiales, que desafíen los obstáculos naturales. Tal es así que tanto ingenieros internacionales como escoceses han tenido un papel en blanco en la geografía escocesa, para desarrollar su genialidad en estas obras de ingeniería.

Dicho esto, seguro que te viene a la mente alguno de los puentes de Escocia, que destacan por su porte, ingeniería, localización, material; ya sea madera, piedra, hierro, o alguna otra característica llamativa o todas ellas al mismo tiempo.

En el siguiente listado se ha pretendido resumir algunos de los puentes más destacados de la geografía escocesa, dividiendo por áreas geografías dicha selección. El mejor lugar para comenzar, no podía ser otro, que Edimburgo y sus territorios circundantes.

Puentes de Escocia

Puentes en el área de Edimburgo
Puentes en las Tierras Altas
-Puentes en Stirling y el Reino de Fife
Puentes en el área de Glasgow
Puentes en las tierras bajas

Puentes en el área de Edimburgo

Edimburgo se asienta sobre 7 colinas, como son la del Castillo y la de Calton, ambas integradas dentro del urbanismo. La ciudad dispone de 5 puentes destacados para superar los desniveles. En el centro de la ciudad están el puente Norte, el puente Sur y el puente de George IV. Sobre el fiordo del Forth: el Forth Bridge y el Forth Road Bridge. Hablemos en detalle de cada uno de estos puentes de Edimburgo.

North Bridge (Puente Norte)

Durante la época de la ilustración se da el inicio de la construcción de la ampliación de la ciudad, la New Town. Edimburgo aparece como una ciudad dividida. Parte del centro de negocios permanece en la Old Town, por lo que se decide la construcción de un puente que una estas dos partes y facilite el tránsito a la población. Si haces turismo en Edimburgo, no te quedará más remedio para disfrutar de todo lo que hay que ver en la New Town y la Old Town, cruzando varias veces por él.

Este puente se asienta sobre el fondo lodoso de lo que fue un día el  “Nor´ Loch” (El lago Norte). Durante la construción del puente no se tiene en cuenta, “el pequeño” detalle de los cimientos para su construcción y como consecuencia se derrumba. Un segundo puente será también demolido, ya que no habían solventado el problema anterior que había dado como consecuencia el desastre. Finalmente el tercero de los puentes y definitivo es el que aún hoy sigue en uso, se trata del puente más alto de la ciudad, y cuyo arquitecto es el mismo que el encargado del puente más famoso del país del que hablaremos un poco más adelante.

Hoy en día, es uno de los puentes más concurridos tanto por lugareños como por visitantes siendo un eje vertebrador del centro de la ciudad, pero si queremos saber mucho más, que mejor que hacer un tour. En el Tour de los Fantasmas de Edimburgo nos enteraremos de porque también es conocido como el puente del Diablo.

South Bridge

Si hay un puente Norte, es porque hay un puente Sur. Este puente sí es el original levantado hacia 1788 para unir la New Town con la tan célebre Universidad de Edimburgo, cuyos edificios se situaban al otro lado de la Old Town.

Bajo los patrones de la Ilustración, época donde las calles necesariamente debían ser más anchas y completamente rectas, se eliminaron tres callejones que estaban en el espacio que ocupaba hoy el puente, intentando además evitar el problema del Puente Norte, esta vez sí se tiene en cuenta la profundidad de los cimientos.

Lo cierto es que nada más poner un pie sobre este puente, notaremos que hay algo que no encaja, pues no tiene la apariencia de un puente en sí, sino de una calle encajonada entre edificios, solo empezaremos a descubrir que se trata de un puente si nos dirigimos a las calles paralelas donde nos daremos cuenta de la diferencia, el puente permanece horizontal mientras que las otras dos calles están inclinadas hacia la calle perperndicular Cowgate.

La explicación está en la extrema necesidad de espacio en la ciudad durante largos siglos. La construcción del puente hizo que rápidamente se adosaran edificios a los lados, tapando 18 de los 19 arcos que forman el puente. Arcos que fueron reciclados en espacios industriales, entre otros variados usos.

Las malas condiciones que se daban en esos espacios, generó que rápidamente fueran “abandonados”, dando paso a nuevos inquilinos cuyas actividades fueron menos lícitas. Poco a poco, la reputación negativa fue creciendo, hasta que fue clausurado por las mismas autoridades edimburguesas.

Actualmente muchas de las bóvedas denominadas como The Vaults han sido acondicionadas como locales de ocio nocturno y pubs. Eso sí, siguen manteniendo ese aire siniestro.

Leith Street Bridge

Edimburgo no se puede entender sin el puerto, Leith, la conexión entre ambos se realiza a través de una de las calles más emblemáticas de Edimburgo, junto a Princess Street y Royal Mile , esta es Leith Walk (el camino a Leith), calle que une en sus más de 1,4 kilómetros de longitud el antiguo pueblo de Leith, puerto de Edimburgo, con el centro de esta ciudad.

Una calle que se ha convertido una de las principales arterias de Edimburgo, por ello, para facilitar el cruce peatonal sin interceder en el tráfico se construyó un puente.

El puente tiene forma de “S” y una estructura en forma de hélice a lo largo de sus 50 metros de largo, este diseño sustituyó a otro más sobrio y de líneas rectas, que se hizó popularmente famoso por la película Trainspotting.

Dos de las curiosidades de este puente es que a pesar de tener caída hacia el lado Este, para facilitar el drenaje del agua recogida en su techo, el puente está pensado para engañar al ojo humano pareciendo completamente plano. Además el puente proporciona un mirador privilegiado sobre las vistas del Norte hacia el fiordo así como hacia el Sur con el Hotel Rocco Forte Balmoral, como principal monumento.

Victoria Swing Bridge

Justamente en el puerto de Leith, que líneas atrás mencioné, se sitúa lo que fue durante el siglo XIX el puente pivotante más grande del Reino Unido, que daba acceso a los amarres en Leith Water, hoy en día es una pasarela para los peatones entre la zona del este y del Oeste de Leith que ha quedado como monumento al pasado industrial del puerto.

Forth Bridge

Conocemos el empeño del hombre en expandirse y en superar obstáculos naturales, así como hacer más accesibles los accidentes orográficos.

Desde los albores de Escocia, si nuestro objetivo estaba al otro lado del Fiordo del Forth, era necesario ir hasta Stirling, pues las aguas de esta lengua de mar eran lo suficientemente peligrosas como para evitarlas y dar un rodeo de unas buenas docenas de millas. En el siglo XI, el cruce de estas aguas se facilita mediante la instalación de un servicio de ferry, principalmente para los monjes del área monástica de Dunfermline. Servicio de ferry que  sigue existiendo aunque de uso civil.

Pero no es hasta finales del siglo XIX cuando el empuje del ferrocarril crea la necesidad de acortar el camino con el Norte del fiordo, se comienza la construcción de un puente, este primer proyecto se paraliza y se da paso a un nuevo proyecto, este sí, de gran envergadura, un proyecto que supone la obra de ingeniería en acero (oxidable) más grande de todo Reino Unido, fue tal que se tardó largo tiempo en ser superar.

La idea es sencilla, los tres pilares sobre los que se asienta, soportan dos tramos centrales por medio de la tensión-compresión, idea que parece sencilla, pero que en la época supuso un gran desafío a la ingeniería.

El puente tiene una historia de largo recorrido, con más de 100 años. Pero a pesar de ser centenario hoy en día sigue estando en uso, soportando un tráfico de cerca de 200 trenes diarios. Solo tiene una pega, a pesar de que su construcción es en acero, este no es inoxidable, por lo que periódicamente hay que pintarlo, esto ha dado a una expresión “Painting Forth Bridge” para hablar de una tarea interminable, pues comenzando por un extremo se tardan dos años completos en terminarlo, momento en que hay que volver a empezar por el extremo inicial.

Este candidato a patrimonio de la humanidad, también ha sido protagonista del videojuego Grand Theft Auto, de la multinacional escocesa Rocktar Games o en tiempos anteriores, de la película de Alfred Hitchcock 39 escalones“.

Forth Road Bridge

Vecino al anterior, el puente colgante más importante de todo el país, supuso un gran paso hacia la vertebración de la Escocia moderna, ya que une Edimburgo con Fife para el tráfico rodado y peatonal.

Se trata de un puente para todo tipo de tráfico, desde camiones a bicicletas con un carril bici abierto desde mediados del siglo XX.

Con un total de más de 2500 metros de longitud, el vano central es el más grande con más de 1000 metros, en el momento de su construcción de trataba del vano más largo fuera de Estados Unidos.

Hoy día se ha aprobado la construcción de un nuevo puente para la sustitución no del más viejo, el ferroviario, sino del colgante, cuya intención es soportar el creciente tráfico rodado así como evitar las también crecientes inversiones en mantenimiento del envejecido puente.

 Bilston Glen Viaduct

Edimburgo como capital de Escocia y ciudad portuaria era y es una gran ciudad comercial, para ello siempre ha sido necesario tener buenas comunicaciones terrestres. Con la llegada del ferrocarril esta ciudad llegó a tener hasta tres estaciones de ferrocarril en el centro de la ciudad.

El acceso por el Sur era tan importante como difícil; la principal dificultad eran los valles que circundan la ciudad y la importancia residía en los recursos estratégicos que a finales del siglo XIX se extraían los montes colindantes, por ello se construyen puentes entre los que destaca uno, en acero, cuyo autor es Thomas Bouch, el mismo que diseñó el puente del rio Tay, del que hablaremos un poco más adelante.

En definitiva, un viejo testigo de las riquezas minerales que fueron explotadas en el área que rodea Edimburgo (Lothian) y que dotaron de importancia a esta ciudad.

 

Puentes en las Highlands

De la capital escocesa nos dirigimos al Norte, hacia las Tierras Altas, donde el paisaje glaciar se compone de grandes accidentes geográficos y donde se intercalan las montañas con los profundos valles. Esta situación ha generado la necesidad de la creación de puentes tan llamativos como útiles.

Glenfinnan viaduct

Ya en las Tierras Altas, repasaremos uno de los puentes más conocidos de la historia de Escocia.

En el caso del viaducto de Glenfinnan, construido a finales del siglo XIX, para así salvar el obstáculo que supone el valle sobre el que se asienta el pueblo del mismo nombre, se alza custodiando el pueblo y el lago Shiel con sus mas de 30 metros de altura.

Tanto el puente como el lago aparecen en el mundo de la ficción, algunas de sus más famosas apariciones son: por una parte, en Harry Potter, (2001), en la famosa escena del coche volador y por otro lado el lago y la escena del Black Lake, cerca de Hogwarts, fuera de Harry Potter, se trata del lugar de nacimiento de “Connor” (Christopher Lambert) y de “Ducan McLeod” (Adrian Paul) en la película Highlander Franchise(1986) o escenas de la películaRing of Bright Water (1969)

Tras estas palabras creo que está claro que se trata de un verdadero escenario de película, que, por cierto, podemos disfrutar a bordo de un tren a vapor, pues esta es parte de la ruta seguida por el famoso tren “The Jacobite”, sin duda una forma tan diferente como magnifica de conocer los espectaculares paisajes del Norte de Escocia.

 

Viaducto de Glenfinnan

Autor: Jakub Iwanicki /Fuente: VisitScotland

Greig Street Bridge e Infirmary Bridge (Inverness)

En la villa de Inverness, muere el río Ness, que discurre desde el mítico Lago del mismo nombre hasta el mar.

En la “Capital de las Highlands” existen varios puentes, pero son dos los que destacan, muy similares en su construcción y muy próximos entre sí, ambos peatonales y colgantes, construidos durante el siglo de oro de la industria británica, el siglo XIX, en este sentido estaban pensados para dar acceso a los trabajadores desde el área residencial al espacio industrial, que se situaba del otro lado del rio.

Doble puente de Calvine

En esta orografía tan complicada los pasos viables son muy escasos y se dan puntos donde coinciden varias vías, dando lugar a imágenes llamativas, como el Double Bridge de Calvine.

El puente más grande, el ferroviario, cobija bajo uno de sus arcos a otro de menor tamaño cruzando en oblicuo al primero.

Se trata de la confluencia de una vía ferroviaria que da servicio a Inverness, así como, una vía de tráfico rodado con el mismo destino, fue abierto a mediados del siglo XIX, 1863, sobre el río Garry.

Eilean Donan Castle Bridge

Nos vamos un poco más al Norte, concretamente en la costa del Noroeste de las Highland, aquí existe una minúscula isla, una isla Mareal, es decir una península con marea baja y una isla con marea alta. En su mayoría, el islote está ocupado por un castillo, del siglo XIII, perteneciente al clan McKenzie, por esta misma razón fue destruido durante las denominadas como Guerras Jacobitas y lo que podemos visitar hoy es una reconstrucción.

Tras esta reconstrucción, se añadió el famoso puente que conecta la isla con tierra firme, para facilitar el acceso, se trata de un puente en piedra en dos tramos, con tres arcos en uno y otro arco en el otro.

La estampa resultante, castillo y puente, es de una de las panorámicas más utilizadas tanto por fotógrafos como por la industria cinematográfica, algunos de los ejemplos más conocidos: “Bonnie Prince Charlie” (1948), “The Master of Ballantrae” (1953), “Highlander” (1986), Entrapment (1999) de Sean Connery. En ese mismo añoEl mundo nunca es suficiente de Pierce Brosnan yElizabeth: The Golden Age (2007).

Como vemos, un monumento enclavado en un escenario de película que tendremos ocasión de visitar en la Ruta de tres días a la isla de Skye y las Tierras Altas.

Castillo Eilean Donan

Autor: Paul Tomkins/ Fuente: VisitScotland

Crathie Suspension Bridge y puente peatonal de las cascadas Gharb Allt

En los terrenos que la reina Victoria hizo su hogar veraniego tras quedar literalmente enamorada de sus paisajes, se alza Balmoral Castle, poco a poco la monarquía britanica ha doytado de comodidades y reformas donde tambien se encuentran, como no, los puentes, tanto para cruzar el salvaje rio Dee como los arroyos circundantes.

El primero de los puentes en dar servicio es el puente colgante de Crathie, en 1834. Se trata de uno de los primeros puentes colgantes que cruzaron el rio Dee, en su día fue construido con el objetivo de que fuera la principal vía de entrada al castillo de Balmoral, este sería el puente que daba la bienvenida y que vio tantas veces a la Reina Victoria en su notoria costumbre de visitar las tierras escocesas con su familia, costumbre que aún hoy día sigue celebrándose por la familia real británica. Su inusual forma delata la inquietud de los maestros herreros escoceses, intentando experimentar nuevas técnicas en los aún prematuros puentes colgantes del siglo XIX.

Difícil de ver, pues no aparece en casi ningún libro y mucho menos en una guía de viajes, en un lugar recóndito apartado de la ajetreada ciudad nos encontramos el puente peatonal de las cascadas Gharb Allt. Este elegante puente de hierro, de época Victoriana, no puede estar mejor situado, como un balcón privilegiado rodeado de un bosque autóctono o caledonio, cruza un pequeño rio justo antes de que este se precipite por una cascada a una piscina natural.

Este último al situarse en los terrenos pertenecientes a Balmoral Castle se recomienda pedir permiso antes de ir a visitarlo.

Connel Bridge (Oban)

Aprovechando un estrechamiento en el Loch Etive, en 1903 se construyó este puente de llamativa forma, en su tramo central de 150 metros en acero y dos arcadas en piedra de tres arcos cada una a cada lado. Suficientes para pasar por encima de los rápidos que se forman en este cuello de botella del lago, muy popular entre deportistas acuáticos, fotógrafos y curiosos.

Se trataba de un puente que soportaba la vía ferroviaria que se dirigía hacia el Norte, pero que a mediados del siglo XX pasa a ser de uso exclusivo para tráfico rodado y para cinefilos; este fue escenario de la PelículaEye of the Needle protagonizada por Donald Sutherland.

Los puentes de las Tierras Altas escocesas son innumerables y es muy difícil describir cada uno de ellos, por lo que la selección realizada son solo un ejemplo de los más curiosos, que nos podemos encontrar en la parte más abrupta de toda Escocia, que nos demuestran el empeño del hombre por salvar obstáculos y hacer cada vez más accesible los sitios más inhóspitos.

Puentes como, Spey Viaduct, Bonar Bridge, Kessock Bridge, Laigh Milton Viaduct, Overtoun House Shakkin’ Briggie, Carrbridge Craigellachie Bridge, son algunos de los otros pasos situados en las Tierras Altas y que también destacan por su arquitectura o complejidad.

Puentes de Fife y Stirling

Fife, se puede denominar como la huerta de Escocia, se trata de un terreno agrario muy productivo, con productos exquisitos, como la fresas, que era y es necesario exportar y comercializar, para lo que se hace indispensable crear una buena red de comunicaciones en este territorio que lo ponga en contacto con los puertos del Norte y los del Sur de Escocia.

Tay Bridge (Dundee)

El puente de Tay cruza el fiordo que forma la desembocadura del rio que da nombre tanto al fiordo como al puente..

De todas las características por las que puede destacar este, es el legado a la ingeniería posterior.

Al finalizar el proyecto en 1877, se trataba de uno de los puentes más largos del mundo, con más de tres kilómetros y medio, pero su trágico final ha cubierto con un velo todos los hitos históricos que batió.

Pensado originalmente con una estructura portante, este primer puente se derrumbó en 1879 al paso de un convoy, cambiando a partir de este momento la manera de construir y el diseño de los puentes y sentando las bases de los factores a tener en cuenta antes de construir este tipo de estructuras.

Pese al desastre que ensombreció el logro conseguido, el  puente actual, desde el cual se pueden contemplar los restos de su predecesor, fue construido para dar soporte a todo el tráfico con destino a la costa Noreste de Escocia.

Swilcan Bridge

La mayoría de los puentes que hemos descrito destacan ya sea por su considerable porte, por su ingeniería o por su trasfondo trágico, pero en ocasiones existen excepciones como la del Puente Swilcan.

En el caso de este puente, lo primero que nos llamará poderosamente la atención es su reducido tamaño, unos 9 metros de longitud por un metro de ancho, lo mismo que su altura.

De antigüedad desconocida, aunque al menos desde hace unos 700 u 800 años cruza el pequeño arrollo que le da nombre. Ya desde la Época Victoriana fue considerado de interés, quedando protegido por un acta parlamentaria.

Actualmente se ha convertido en parte indispensable de la capital del Golf, Saint Andrews, así como, de ese mismo deporte, el Golf, en este sentido se trata de uno de los escoyos más complicados para los golfistas, donde acuden con gran frecuencia a recuperar sus bolas.

Y es que, su historia está vinculada al famoso deporte que también vio nacer junto a su arco, entre el primer y el último hoyo del “Old Course” en el que se dice que es el campo de Golf más antiguo del mundo.

La popularidad del pequeño paso es ya notable en siglo XIX cuando recibía el cariñoso apelativo de “Golfer’s Bridge” (el puente del golfista), en este sentido la lista de famosos que deciden sacarse una foto con el puente de fondo es muy larga, muchas de ellas estrellas del golf, por supuesto.

Seamos o no aficionados al golf es difícil no caer en la tentación de no sacarse la pintoresca fotografía con este emblemático puente con el pueblo de St. Andrews como telón de fondo. En nuestro tour de Stirling, destilería y St. Andrews tenemos la oportunidad de conocerlo personalmente

Puente de Stirling

Las tierras que rodean la ciudad medieval de Stirling, supusieron durante milenios la principal ruta hacia el Norte de Escocia, se trataba de la ruta terrestre más fácilmente practicable, que se adentraba en las Highlands a través de los valles, cuyos ríos bañan el valle de Forth. Esta situación estratégica, fue entendida por los habitantes de estas tierras que desde muy temprano se comenzó a fortificar, con la única intención de controlar este paso estratégico.

Con este motivo, a lo largo de la historia, el Valle de Stirling ha sido objeto de innumerables batallas, muchas de ellas decisivas para la historia de Escocia, fruto del intento de control de este paso: Bannockburn (1314), batalla de Falkirk (1298), las batallas del Castillo de Stirling (1304), y la más famosa de todas la batalla del Puente de Stirling (1297).

De todos, en 1297, tiene lugar el enfrentamiento entre los ingleses y los escoceses, estos últimos encabezados por el famoso William Wallace, esta batalla se salda con la victoria de los escoceses, victoria que se debió en parte a la participación de un elemento “inesperado”, nuestro protagonista, el puente. El original, construido en madera, era el único camino para los ingleses hacia los escoceses, ante el peso de los innumerables anglosajones con sus monturas, cedió a su paso, quedando parte del ejército atacante dividido y convirtiéndose en una gran ventaja para los escoceses, ventaja, que obviamente aprovecharon, saliendo victoriosos de la batalla.

El original de madera ya no existe, aunque justo al lado del emplazamiento original se levanta el puente en piedra datado en 1550, que también ha tenido su pasado bélico y ha visto transitar a ejércitos camino de las Tierras Altas, para librar sus batallas.

En definitiva se trata de Stirling, la llave de las Highlands, una de las villas medievales escocesas con más pasado militar, siendo sin duda el puente y su castillo, los monumentos que mejor representan esta característica, podemos conocer esta villa en el tour del castillo de Stirling, destilería y St. Andrews.

Puentes en torno a Glasgow

La historia de los puentes de Glasgow, reflejan su pasado industrial del siglo XIX y XX, cuando fue una de las pocas ciudades del mundo que superaban el medio millón de habitantes.

La Revolución Industrial británica se apoyó en varios factores, el incipiente desarrollo de los motores a vapor, aparejado a la fiebre británica del ferrocarril, así como el desarrollo vertiginoso de la ingeniería civil. Estos factores ven su espejo en la arquitectura de esta ciudad y más si cabe sobre los puentes de esta. La historia de los 21 puentes de Glasgow.

Comienza a mediados del siglo XIX y aún está sin finalizar, siendo el último de los representantes el Tradeston Bridge de 2009.

Clyde Arc

Uno de los más modernistas de Escocia está en Glasgow, cruza el rio del que lo da su nombre principal, aunque también es conocido como Squinty Bridge.

Desde 2006 conecta dos de las áreas más dinámicas de la ciudad: Govan y Finnieston, mediante una carretera para tráfico rodado. Lo que más llama la atención es la arquitectura empleada, con un arco que cruza en oblicuo el puente del que cuelgan los cables para soportar el peso del único tramo del puente.

Pos lo tanto se trata de uno de los ejemplos que ponen a Glasgow a la cabeza de la modernidad arquitectónica, que ha mantenido desde que comenzó su esplendor con la industrialización.

No son pocos los que lo relacionan con la influencia del arquitecto español S. Calatrava, por su obvio parecido a los trabajos de este.

 

Arco de Clyde

Autor: Kenny Lam/ Fuente: VisitScotland

St Andrews Suspension Bridge Glasgow y South Portland Street Suspension Bridge

De todos los puentes que podemos encontrar en la gran ciudad de Escocia, estos dos son los más longevos y más carismáticos, que con gran cariño conservan sus habitantes.

Se trata de los dos puentes colgantes peatonales que tiene esta ciudad, ambos pertenecientes al siglo XIX. Como no, el motivo de su construcción fue la necesidad de cubrir el paso del rio Clyde por parte de los trabajadores que se dirigían a la zona industrial del Sur, trabajadores que hasta su construcción utilizaban el ferry que cubría ese servicio.

De los dos, el que recibe el nombre de Saint Andrews, hace honor a su simbología como patrón de Escocia, con su llamativo color azul.

Puentes de las Tierras Bajas

Si nuestro destino son las Tierras Bajas de Escocia, el trasfondo y significado de sus puentes cambia.

La historia de sus puentes se convierte en la historia de una zona fronteriza entre los dos reinos que pasaron cerca de medio milenio en guerra, Inglaterra y Escocia, tanta hostilidad  finaliza en 1707, con el documento Union Act en el que ambos países se unen, este documento produce la necesidad de la unión entre ambos también físicamente y no solo sobre el papel así pues tenemos una larga lista de construcciones que dan servicio a las líneas de ferrocarril y las vías principales Norte-Sur, entre las dos capitales, Londres y Edimburgo.

Berwick Upon Tweed

La localidad de Berwick Upon Tweed (Inglaterra) quizás sea el perfecto representante de esas luchas, una de las poblaciones que más cambios de bando y de país ha tenido en la historia, unas 14 en unos dos siglos. Este carácter fronterizo ha influido en la arquitectura del lugar, así como, en el la construcción de los puentes.

Cuatro puentes son los que dan la bienvenida al rio Tweed al Mar del Norte, por donde los salmones con más prestigio del Reino Unido remontan hasta las frescas aguas de las montañas de las Lowlands o Tierras Bajas.

De todos los puentes, los más importantes son el Royal Border Bridge y el Berwick Bridge, el primero es un puente ferroviario, que abre paso a la línea de ferrocarril más importante, que une Londres y Edimburgo (East Coast Main Line), construido a mediados del siglo XIX, sus 28 arcos y sus 42 metros de altura máxima, fueron construidos en piedra, se trata de uno de los últimos puentes de este tipo en una época donde el hierro y acero eran la vanguardia. Podremos disfrutar de esta estampa en el tour Muro de Adriano y Capilla de Rosslyn, donde conocer más acerca de su historia.

En el caso del puente de Berwick, mejor conocido comoThe Old Bridge”, (el Viejo Puente), construido a principios del siglo XVII fue una obra en arenisca roja, con cerca de medio  kilómetro de largo y 15 arcos.

Gattonside Bridge (Melrose)

Junto a la histórica villa de Melrose, se sitúa uno de los puentes peatonales más emblemáticos de los Scottish Borders, tal es, que cruza uno de los ríos más importantes de Escocia y que ha funcionado como frontera desde el Acta de unión de 1707, el rio Tweed.

Este puente colgante, atraviesa dicho rio gracias a sus 92 metros de longitud, vano que es soportado por dos torres en piedra a los dos extremos.

Se trata de uno de los tres puentes colgantes que aun se pueden ver en esta región, este concrétamente lo podemos visitar en un tour a Rosslyn, Muro de Adriano y Tierras Bajas.

Union Chain Bridge

El nombre ya nos hace una idea de su significado, al igual que los anteriores, este cruza el rio que hace las veces de frontera en gran parte de su recorrido, el ross.

Se trata de un verdadero supuso un hito histórico , pues en el momento de su construcción en 1820, pues se trataba de una obra de ingeniería que rompia con todo lo anterior, siendo el primer puente colgante destinado a vehículos, así como el puente colgante con el vano más largo del mundo, 110 metros gracias a las mastodónticas torres construidas en arenisca roja que soportan el peso del puente.

Su aspecto impresionante para la época, dejó hueya en las escrituras de literatos como Robert Louis Stevenson,que lo compraró con un arco iris invertido y que además no dudó en recomendar visitarlo como igualmente hago yo.

Actualmente ya no soporta el tráfico rodante, aunque se yergue como monumento a la unión entre ambos países.

Coldstream bridge

El último de los puentes de los que quiero hablar es uno de los puentes más emblemáticos de los Scottish Borders.

Sse sitúa en la frontera misma entre Inglaterra y Escocia, es más, al igual que los anteriores se trata de una metáfora de la unión entre los dos países, como los son la mayoria de los puentes situados en el rio que forma la frontera natural.

Como nota curiosa decir que la construcción de este puente no estuvo lejos de polémica , y no por el causas violentas como cabría pensar, sino por causas económicas, donde el arquitecto se construyó una casa con parte de los fondos destinados a la construcción del puente. curiosamente, esta casa centro de celebración de bodas entre los jóvenes ingleses, si queremos saber algo más sobre esto  y otros lugares disponemos de un post dedicado a los lugares más románticos de Escocia o pueden realizar el tour de Harry Potter y Castillos de Inglaterra.

Este puente da servicio a Coldstream, un pequeño pueblo escocés, localidad natal del que fue Primer Ministro británico, Alec Douglas-Home (October 1963 to October 1964). pero esque además este pequeño pueblo cede su nombre a los Coldstream Guards una de las unidades de elite del ejército británico, cuya indumentaria de parada es muy peculiar, roja con un gorro negro.

Resumiendo, un puente puede ser visto como un simple puente, pero en Escocia cobra un significado mucho más complejo; han significado la vertebración de un territorio de difícil orografía, un territorio de múltiples influencias, pero sobre todo, han sido la representación del devenir de los tiempos alzándose cada uno como representante de una época, teniendo así, desde puentes que dieron servicio a antiguos caballeros, pasando por otros que petrificaron viejos puentes de madera, hasta modernas estructuras que desafían las leyes más básicas de la física.

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